05 Ago Cómo evitar el estancamiento al estudiar un idioma
En Ossus Academy sabemos lo difícil que puede a veces mantener un ritmo de estudio constante, ante el estudio de cualquier materia tenemos momentos de más o menos motivación, llegando incluso a querer tirar la toalla. Para que esto no te pase nunca, os vamos a dar unos consejos para poder superar esos bajones de ánimo:
Establece objetivos personales
Olvidemos las metas a corto plazo y los exámenes, vamos a pensar un segundo y nos vamos a tomar un tiempo, por ahora solo vamos a pensar el los objetivos personales.
En este contexto, nuestros objetivos personales son los que nos motivan a seguir aprendiendo. Son los que realmente nos mantienen en marcha. El gran objetivo, esa titulación que ahora nos parece tan lejano no nos importa ahora, debemos entender que el proceso es largo, no debemos obsesionarnos con los plazos.
Los objetivos personales son aquellas metas que nos inspiran y nos mantienen con motivación. Planificar las cosas a corto plazo suele ser una problema que nos puede desanimar en muchos momentos.
Está claro que obtener ese deseado C1 es nuestro propósito, pero no todo tienen que ser notas y aprobados, es necesario que tengamos razones personales para seguir aprendiendo el idioma, debemos concienciarnos de que el estudio de un idioma nunca es una pérdida de tiempo, siempre estamos aprendiendo y mejorando, aunque nos parezca que nos hemos estancado.
Así que si en un momento dado nos sentimos agotados y sin ganas, debemos pensar en algo más que completar capítulos de libros o aprender 50 palabras nuevas por semana, vamos a dejar de evaluarnos a nosotros mismos continuamente.
Sé constante con tu rutina
El éxito se nuestro aprendizaje de un idioma consiste estudiar un determinado tiempo todos los días.
Ese tiempo y esa rutina es absolutamente necesaria para lograr progresos, no se puede abandonar, aunque sean 15 minutos al día, que podemos sacar a cualquier hora del día.
Se trata de establecer una rutina y, aunque solo sean esos 15 minutos, hacerlos concentrados y aprovecharlos al máximo.
Como explicamos en nuestro anterior post sobre rutina y motivación, esto se convertirá en un hábito que, cuando lo hayamos adquirido con un poco de disciplina, se convertirá en una necesidad para nosotros, además no nos supondrá un gran esfuerzo porque ya lo habremos interiorizado.
Combinar el aprendizaje del idioma con nuestras actividades favoritas.
El aburrimiento es una de las formas más rápidas de quemarse cuando estamos estudiando un idioma. Si no nos gustan los métodos y los materiales que estamos utilizando, seguro que acabaremos abandonando.
Así que en lugar machacarnos haciendo ejercicios de gramática y vocabulario, la mejor opción es que busquemos la manera de compatibilizar nuestras aficiones con el aprendizaje del idioma, de esta manera identificaremos nuestros hobbies con el estudio.
Una de las cosas más divertidas que puedes hacer es coger las letras de tus canciones favoritas en inglés y leerlas mientras las escuchas.
Otra opción es configurar tu Smartphone en el idioma que estés estudiando, ¿te imaginas tu Iphone o tu Android en chino?
Si te gusta un tema en concreto, compra un libro en el idioma que estudies y vete leyendo y traduciendo.
Esto no significa que dejemos apartados los ejercicios de gramática, pero si algunos días no tenemos ganas de estudiar, podemos optar por cualquiera de estas actividades.
Evitar la sobrecarga
Querer aprender demasiado rápido es una de las razones de abandono, al principio estamos muy motivados y queremos darlo todo, así que terminamos estudiado todo lo que podemos y en cuanto encontramos un hueco en nuestro día.
Al final lo único que conseguiremos es saturar nuestro cerebro.
Hay veces que nos encontramos con muchas ganas de estudiar y dedicamos 6 o 7 horas seguidas al aprendizaje, esto está muy bien cunado nos sintamos motivados y con fuerzas, pero hacerlo todos los días puede ser poco saludable.
¿Qué hacer si ya nos hemos dado por vencidos?
Alguna vez nos puede pasar que ya nos demos por vencidos y decidamos abandonar, parece que hemos llegado al límite de lo que podíamos dar de nosotros mismos.
No debemos preocuparnos, todo tiene solución, podemos adoptar algunas medidas para recuperar esa motivación y esas fuerzas necesarias para retomar el estudio:
Tómate un descanso:
Estudiar cualquier materia a diario es una estrategia muy buena, pero si nos sentimos muy desmotivados y vemos que las horas de estudio no rinden, seguramente sea el momento de tomar un descanso, de hecho nos vendrá bien de vez en cuando hacer un parón para días mas tarde retomar nuestra rutina con más energía.
Así que nunca debemos sentirnos culpables por hacer parones durante el proceso de estudio si esto sirve para descansar nuestra mente. Sólo debemos tener en cuenta que ese descanso no puede alargarse muchos días.
Hacer cambios:
Es posible que estemos utilizando materiales de estudio que no nos estén dando resultado ya porque el método no se adapte a nosotros o porque nos hayan aconsejado mal, lo que ha tenido como consecuencia el aburrimiento y es estancamiento de nuestro aprendizaje.
Si normalmente trabajamos con un determinado libro de gramática podemos cambiar de libro de libro o basar más nuestro estudio en sistemas de audio. Si nuestro sistema de estudio es a través de aplicaciones informáticas, podemos mirar en la web cuales son los mejores libros para el estudio de un área o probar métodos más tradicionales de estudio.
Recordar el motivo por el cual empezamos a estudiar:
A veces nos centramos demasiado en las tareas cotidianas y no vemos realmente cual es el objetivo final por el que empezamos estudiar, hay que pensar en global y no en un momento determinado.
Una técnica que nos ayudará mucho es llevar una agenda o un diario con nuestros progresos y con lo que hemos estudiado cada día durante los meses anteriores, de esta manera podremos echar un vistazo al trabajo realizado para entender que no podemos dejarlo después de tanto esfuerzo y tantas horas dedicadas.