Enriquecimiento del vocabulario en el Inglés Moderno

Enriquecimiento del vocabulario en el Inglés

Enriquecimiento del vocabulario en el Inglés Moderno

En su afán de embellecer y dignificar su nuevo «standard» nacional, los entusiastas del inglés:

  1. Toman directamente o adaptan toda una serie de términos latinos (a veces también franceses o italianos); ejemplo: affirmation, negation… (<del latín: affirmatio, negatio…).
  2. E introducen una serie de prefijos (ej con-, ex-, pre-…) y sufijos (ej., -ence, -ity, -ment…) que originan multitud de neologismos.

En opinión de R. Mulcaster, esta ingente cantidad de neologismos obedece a dos razones: a la «puré necessitie in new matters»: la necesidad imperiosa de nuevos vocablos para expresar los nuevos «conceptos», «cosas», o «concepción de la vida y la sociedad», etc.; y a la «mere brauerie»: la simple ostentación, decoración o magnificencia estilística.

Para salir al paso del posible «obscurantismo» en el mensaje (puesto que el «vulgo» desconocía los términos originales) el autor suele explicar estos términos, cuando los usa por primera vez; así:

Anímate or give courage to others.

Education or bringing vp of noble children.

 

Y ello cuaja, a veces, en una tendencia estilística a agrupar sinónimos o quasi-sinónimos (frecuentemente en grupos de tres). Ternas como rise / mount / ascend; fast / firm / secare; show / manifest / declare; ask / question / interrógate; done / achieved / accomplished; sorrow / trouble / adversity; fire / fíame / conflagration; etc. eran de uso frecuente. Observémoslo, por ejemplo, en las líneas 5 a 10 del Prólogo de John Bourchier (Lord Berners) a la traducción de las Crónicas (de J. Froissart):

 

for whan we (beynge vnexpert of chauces) se, beholde and rede the auncyent actes, gestes and dedes, howe and with what labours, daugers, and paryls they were acted, gested and done, they right greatly admonest, ensigne, and teche vs howe we maye lede for the our liues: and farther, he that hath the perfyte knowledge of others ioye, welthe and highe prosperite, and also trouble, sorrowe, and great aduersyte, hath thexpert doctryne of all parylles.

 

La mayoría de estos sinónimos triples reflejan, en general, tres niveles diferentes en el uso de la lengua’, normalmente el primer vocablo corresponde a la expresión popular y más conocida: es el término original inglés; el segundo —la palabra de origen francés— suponía un nivel más elevado, más «literario»; y el tercero solía ser un término latino: el uso lingüístico propio del docto y erudito.

Enriquecimiento del vocabulario en el Inglés 1

 

La preocupación de los hombres de Letras por hacer del inglés un vehículo adecuado para todo género de expresión artística y erudita, lleva también a la adopción de ciertos manierismos estilísticos —calcados, a veces, del estilo ciceroniano—, no sólo en el vocabulario, sino también en la estructura total de la oración. De ahí que abunden los ablativos absolutos, los acusativos «sujeto» de infinitivo, etc. Y aunque tal estilo resulte hoy excesivamente preciosista, trabajoso, cansino e innecesariamente repetitivo, dio como resultado maravillosas piezas en prosa. La de J. Lyly, por ejemplo:

This young gallaunt (Euphues), of more witte then wealth, and yet more wealth then wisedome, seeing himself inferior to none in pleasant conceits, though himselfe superior to all his (in) honest conditions, insomuch that he thought himselfe so apt to all thinges that he gaue himselfe almost to nothing but practising of those thinges commonly which are indicent to these sharp wits, fine phrases, smooth quippes, merry tauntes (using) iestinge without meane and abusing mirth without measure. As therefore the sweetest Rose hath his prickell, the finest veluet his bracke, the fairest flower his branne, so the sharpest wit hath his wanton will, and the holies head his wicked way,

 

llena de un paralelismo equilibrado y trabajosamente elaborado:

of more wit then wealth / of more wealth then wisedome…, inferior to none in pleasant conceits / superior to all in honest conditions…,

rezumando preciosas aliteraciones:

wit/wisedome/wealth; conceits…/conditions; fine phrases; bracke…/branne; wanton…/will; holiest head;

y asonancias:

 

using… abusing; inferiour… superiour; all thinges… nothing….

 

Pero no todos los esfuerzos se sitúan en esta línea. Frente a esta adopción de términos y estructuras latinas (y extranjeras, en general), se aprecia claramente otra tendencia a enriquecer el vocabulario inglés no por acumulación de «préstamos», sino explotando los recursos internos de la lengua:

  1. Por composición y afijación (partiendo exclusivamente de elementos «nativos»).
  2. Atribuyendo nuevos significados a palabras ya existentes o rehabilitando términos ya «arcaicos» o de origen dialectal.

Es la postura de los puristas (J. Cheke, R. Lever…), de los arcaizantes (E. Spenser y sus imitadores), de los anticuarios (R. Verstegan, J. Sel-den…), e incluso del círculo de científicos que constituirían la Royal Society (Th. Spratt, J. Dryden…) y de toda una serie de autores como J. Bunyan, Th. Hobbes, F. Bacon, J. Donne… empeñados en demostrar —con su prosa coloquial, sencilla, natural, exenta de toda exuberancia ornamental, de una «mathematical plainness»…— que la lengua inglesa era lo bastante capaz para expresar toda clase de nobles sentimientos. Una actitud que se justifica a sí misma invocando la naturalidad y pureza de la lengua inglesa, apelando al patriotismo de los usuarios de esta lengua (porque algunos parecían conocer más de otras lenguas que de la suya propia), y basándose en que los neologismos, así formados, tendrían un significado evidente para todos (mientras que los demás resultarían «opacos», de no ir acompañados de largas y tediosas explicaciones).

 

Enriquecimiento del vocabulario en el Inglés 2

 

Surgen así una serie de «neologismos» como: uprising (= «resurrec-tion»), freschman (= «proselyte»), washing (= «baptism»), moond (= «lunatic»)…; gainbirth ( = «regeneration»), naysay ( = «negation»), endsay (- «conclusión»), saywhat (= «definítion»)…; soote (= «sweet»), sicker «certamly»), eek (= «also»), mote (= «must»), eftsoons (= «after-wards»), y muchos otros que serán parte del vocabulario común y más genuino de nuestros días: belt, dapper, fortright, glance, drizzling, grovel, gaudy, gloomy, wary, witless, etc.9.

 

Triunfaría, por supuesto, la primera de las tendencias reseñadas. De hecho, incluso cuando se aboga por la mayor «pureza» de la lengua:

 

I am of this opinión that our own tung shold be written cleane and puré, unmix’t and unmangled with borrowing of other funges… For then doth our tung naturallie and praisablie utter her meaning, when she bor-roweth no counterfeitnes of other tunges to attire herself withall, but useth plamlie her own, with such shift, as nature, craft, experiens and folowing other exceüent doth lead her unto… the mould of our tung could serve us to fascion a woord of our own…

 

resultaba difícil limitarse a un vocabulario estrictamente germánico y conservador, como indican las 16 palabras no germánicas que hemos trancrito en cursiva en el texto de Sir John Cheke, donde se critica la traducción de Il Corteglione de Castiglione (que realizara Sir Tb. Hoby)

 

Y el vocabulario ingles se incrementaría en unos diez a doce mil términos, la mitad de los cuales por lo menos (por ejemplo, pondering, ingemous, celébrate, extol, fertile, pregnant, antique, promotion etc ) forman aun parte del léxico de uso habitual del inglés contemporáneo.