03 Ago Estudiar idiomas: La importancia de la rutina y la motivación
En este post vamos a dar un consejo para aprender a combinar la rutina y la motivación necesarias para conseguir el objetivo de estudiar diariamente.
Tradicionalmente siempre se ha dicho que lo más importante a la hora de lograr una meta o un objetivo es la motivación, pero en estos últimos años diversos estudios han modificado esta manera de pensar.
¿Qué entendemos por motivación?
Técnicamente podemos definir motivación como el proceso procedente tanto de factores internos como externos que no llevan a actuar de un modo determinado.
Este proceso está influido por varios factores:
- El factor deseo: es decir, cuánto se desea algo.
- El factor necesidad: es decir, cuanto necesitamos conseguir ese objetivo.
- El factor recompensa/castigo: es decir,, qué recompensa obtendremos en caso de lograr nuestra meta y por el contrario, cuáles serán las consecuencias negativas en caso de que no lo logremos.
La motivación a la hora de estudiar idiomas
Los factores que hemos enumerado anteriormente influyen al alumno a la hora de estudiar un idioma, pero antes de decidirnos comenzar su estudio, debemos evaluar nuestro nivel de motivación, para ello podemos responder a estas sencillas preguntas:
- ¿Cuál es la razón por la que quiero aprender ese idioma en concreto?
- ¿Tengo la necesidad real de aprender ese idioma?
- ¿En qué va a mejorar mi situación una vez que lo haya logrado?
- ¿Voy a estar dispuesto a utilizar mi tiempo libre para estudia?
- ¿Me va a merecer la pena la inversión en dinero y en tiempo?
Aunque sean sólo unas preguntas a modo de ejemplo, si las respondemos sinceramente y seguimos convencidos de comenzar el estudio, podremos decir que vamos a tener éxito.
Para algunos de vosotros el tema más importante será el económico, para otros será el tiempo que vamos a emplear y para otros las necesidades laborales, pero el hecho de que un aspecto prevalezca, no debe significar el olvido de los otros dos. Sólo así lograremos alcanzar el nivel deseado.
El tema de la motivación es importante en muchos aspectos de nuestra vida, pero para muchas personas se convierte en un problema a largo plazo, mucha gente comienza una empresa de cualquier tipo con muchas ganas e ilusión, pero con el paso del tiempo esa motivación puede ir desapareciendo, por eso es importante conseguir prolongar esas ganas en el tiempo. ¿cómo podemos lograr esto?
Para poder ese aspecto cortoplacista de la motivación existe una solución: LA RUTINA
¿Qué es exactamente la rutina?
La rutina está muy relacionada con palabras y comportamientos con el orden, la disciplina y la constancia. Por desgracia, algunas veces identificamos lo rutinario con el aburrimiento y el tedio, pero la realidad es que es necesaria para alcanzar el éxito en cualquier empresa que nos propongamos, incluido el estudio de un idioma.
La mejor forma de aprender un idioma es imponernos a nosotros mismo un orden y una rutina diaria, podemos empezar con poco a poco con pequeñas prácticas, estas prácticas o rituales se convertirán en hábitos con el paso del tiempo, formando parte de la rutina de nuestra vida diaria.
¿Cómo podemos establecer una rutina diaria para el estudio?
En primer lugar debemos establecer un horario de estudio, aunque estemos muy ocupados, siempre podremos encontrar un momento entre nuestro tiempo libre, aunque en algunos casos será necesario eliminar otras rutinas que tengamos adquiridas y que probablemente sean más placenteras.
Lo ideal es cumplir siempre el mismo horario, lo más aconsejable es entre media y una hora diaria, también es conveniente estableces un lugar en el que podamos estar tranquilos y tener todo el material de estudio bien organizado.
Esta sería la situación ideal para el estudio, pero somos conscientes de que no siempre va a ser posible llevarlo a cabo, es entonces cunado podremos recurrir a los conocidos “tiempos muertos”, es decir, aquellos pequeños momentos que transcurren entre otras actividades y que al final de día suman un buen número de minutos e incluso horas, a continuación te ponemos algunos ejemplos:
- Cuando viajamos en metro o en autobús
- Cuando esperamos en la cola de una tienda
- Durante la comida
Actualmente, todos disponemos de un Smartphone o de un aparato de MP3 en los que podemos escuchar los audios de nuestros cursos, esto es ideal para poder aprovechar el tiempo mientras realizamos otras actividades como:
- Recoger la casa
- Hacer ejercicio, ya sea en el gimnasio o en la calle.
- En la cama justo antes de dormir.
- Caminando por la calle
- En el coche de camino al trabajo o a la compra
Una vez que tengamos claro como vamos a organizar esa rutina de estudio llega lo mas importante y complicado, cumplirla férreamente, para ello necesitamos fuerza de voluntad, pero en poco tiempo la tendremos tan interiorizada que no nos supondrá ningún esfuerzo, e incluso si no la realizamos sentiremos que nos falta algo.
Pero a esa motivación y a esa rutina hay que alimentarlas, necesitan de cierta ayuda para ser constantes:
Llevar una contabilidad de las horas que hemos estudiado.
Marcarse metas a corto plazo para seguir motivados e ir notando el progreso y que nuestro esfuerzo va surtiendo efecto, hablamos de capítulos completados del material, simulacros de examen, pruebas de nivel.
Conclusión: ¿Rutina o motivación?
Pues está claro que las dos, para comenzar cualquier proyecto, la motivación es indispensable, pero sin un orden y una rutina, no va a poder ser posible alcanzar la meta que nos hemos propuesto.
Claro está que la motivación hay que mantenerla en el tiempo, no puede desaparecer y dejar sola a la rutina, ya que si esto sucede, el estudio se convertirá en algo aburrido y se quedará en una simple obligación, con consiguiente riesgo de abandono.
Por ello debemos ser conscientes de la importancia de la combinación y mantenimiento tanto de la rutina como de la motivación.